Las franquicias hacen que los inicios de un local de hostelería sean más sencillos. La franquicia te da un nombre y una marca identificable por el consumidor. Te ofrece un público de entrada, que de otro modo tendrías que crearlo. Y te diferencia de la competencia. Una condición fundamental, a día de hoy, para que un negocio de hostelería sea exitoso.
En mi ciudad, la freiduría andaluza de Jordi es todo un éxito, lo que poca gente sabe es que es un bar de tapas de un catalán y no un local de una cadena de bares andaluces. A mediodía y por las tardes, el comedor y la terraza están repletas de gente. Los clientes acuden allí para tomarse una caña de cerveza acompañada de una ración de patatas bravas, de calamares rebozados o de lágrimas de pollo, una especie de nuggets de pechuga empanada.
Para aprovechar el público de primera hora de la mañana, Jordi, que es bastante avispado y lleva toda su vida trabajando en hostelería, ha decidido ofrecer un desayuno compuesto por un café con leche y una tostada de tomate. Una porción de barra de pan, partida por la mitad y tostada, que sirve con un cuenco de tomate triturado, la aceitera y el salero, para que el cliente lo aliñe a su gusto. La oferta la ha tenido que consultar con la franquicia, pero ellos han dado el visto nuevo, ya que la encaja con la imagen de negocio.
En la calle más comercial de la ciudad han abierto El Molí, una cafetería – pastelería artesanal que sirven café de calidad y bollos elaborados con ingredientes 100% naturales, sin grasas hidrogenadas. Se ha convertido en un punto de referencia si quieres comer bollos y pasteles de calidad. Lo que poca gente sabe es que los pasteles no los hacen allí, sino en el obrador central. En el establecimiento solo se le dan el último golpe de horno. Y lo que sabe aún menos gente es que se trata de una franquicia que nació en Alicante, y no una cadena de pastelerías que proviene de la capital.
Estos son dos ejemplos claros de franquicias que tienen éxito, pero existen muchas más. Te comentamos las ventajas de abrir un negocio de hostelería franquiciado.
Las ventajas.
Juan Floriano, profesor de la escuela de Estudios Superiores Abiertos de Hostelería E.S.A.H. opina que las franquicias son una opción bastante interesante para los emprendedores que desean introducirse en el sector de la hostelería. De entrada, tienes el soporte de la empresa franquiciadora, que te irá guiando para que la gestión del local sea fructífera. Según él, estas son sus principales ventajas:
- El riesgo financiero es menor. La franquicia ya conoce lo que funciona en el mercado, por lo que el empresario va al grano, presentando una oferta rentable, sin tener que hacer antes estudios comerciales sobre qué productos tendrán más salida, ni tener que arriesgarse a pruebas de ensayo y error hasta que dé con la fórmula acertada.
- Dispone de campañas de marketing ya creadas. Lo bueno de esto, en la mayoría de los casos, es que la franquicia se ha hecho con un nombre. Es conocida en el mercado. El consumidor sabe que productos va a encontrar en el local y cuál es su línea de actuación. La franquicia, por otro lado, lanza campañas publicitarias para llegar a un público cada vez mayor. El empresario solo se debe preocupar por ofrecer el mejor servicio.
- Los productos ya están probados. La oferta que ofrece la franquicia parte de un estudio de mercado previo y de los datos que arrojan sus almacenes respecto a los pedidos que demandan sus franquiciados. Conoce, por tanto, los productos que más gustan al público. Al mismo tiempo, ofrece al empresario un precio de venta de cada plato o consumición que incluye un margen interesante de beneficio.
- Los comienzos son menos difíciles. Desde el primer día, la marca ya es conocida en la localidad. Tiene un prestigio detrás. Por lo que puede funcionar desde el primer momento, sin esperar, como sucede con otros negocios, a que empiece a ser conocido por el público y se vaya fraguando una clientela.
Cómo funciona una franquicia.
Juan Floriano indica que las franquicias también tienen sus inconvenientes. La marca no es tuya y, por consiguiente, no puedes hacer todo lo que quieras con tu establecimiento. Debes ajustarte a las líneas generales de la empresa franquiciadora. Por tanto, el empresario tiene menos libertad de movimiento. Aun así, si en términos de rentabilidad estamos hablando, las franquicias permiten amortizar el capital de la primera inversión en menos tiempo y reduce considerablemente los riesgos del negocio.
Para acceder a una franquicia, primero debes presentar una propuesta a la empresa franquiciadora. Debes indicarle la ubicación del local donde quieres abrir el negocio, los metros útiles, una propuesta de distribución, etc. La franquicia se reserva el derecho de aceptar tu propuesto o rechazarla.
En ocasiones, hay negocios franquiciados que se traspasan. Lo más habitual es que se trate de empresarios asociados a los que se les ha acabado el contrato y no quieren renovar. Como emprendedor, puedes acceder a estos traspasos, pero la franquicia te debe aceptar.
Meterse en una franquicia requiere una inversión mayor a la de un negocio que montas por tu cuenta. Además del alquiler del local, deberás pagar la inscripción a la franquicia para poder usar su nombre. La franquicia te proporcionará el mobiliario, la cartelería y la maquinaria para montar el restaurante, bar o cafetería y supervisará la adecuación del local para que se adapte a la imagen de la empresa. En cierto modo tiene sus ventajas, el empresario no debe preocuparse por buscar los materiales y el equipamiento. La franquicia se los proporciona con instrucciones precisas de instalación.
Montado el establecimiento, debes saber que has de pagar cada mes una cantidad fija en concepto de royalties a la empresa franquiciadora. Esta cantidad suele ser independiente al volumen de facturación que tengas.
También deberás seguir una serie de orientaciones de funcionamiento para vender unos productos y prestar unos servicios que estén en coherencia con la línea de funcionamiento de la franquicia.
La empresa franquiciadora será tu principal proveedor. Dependiendo de la franquicia en concreto y del contrato que el franquiciado haya firmado, puedes comprar productos a otros proveedores, pero la mayor parte de tus mercancías provienen de la empresa madre.
La franquicia puede supervisar tu negocio en cualquier momento para comprobar que se ajusta a la imagen general de la compañía.
Otro problema que suelen entrañar las franquicias es que suele ser más complicado la venta o traspaso del negocio. Las franquicias están sujetas a contratos por un periodo de tiempo determinado, pueden ser de 3 años, con el contrato prorrogable año a año, o de 5 años. Hasta que no caduque el contrato, el traspaso no se puede llevar a cabo o, si se hace, habrá que pagar una indemnización a la empresa franquiciadora.
Franquicias de hostelería conocidas.
El blog Franquicias Hoy nos presenta una lista de las 100 franquicias de hostelería más rentables en nuestro país. Nuestra intención en este artículo no es la de hacer publicidad de ninguna marca en concreto, pero hemos considerado oportuno poner algunos ejemplos para apreciar la gran variedad de ofertas que existen. Estos son algunas franquicias que nos parecen que ilustran este punto:
- Lizarán. Es un modelo de bar de tapas que está inspirado en las tabernas vascas. Su principal atractivo son los pinchos. Como sucede con cualquier bar que visites en Bilbao, la barra está llena de pinchos donde el cliente puede servirse libremente como en un self-service. A la hora de pagar, el camarero le cobra por el número de palillos que el cliente tenga en el plato.
- 100 Montaditos. Estas son tabernas de corte andaluz. De hecho, la franquicia nació en la Playa de Islantilla (Huelva). Aquí lo que se coge como elemento central son los montaditos, pequeñas tapas tipo bocadillo que son tan populares en los bares del sur de España. Existen establecimientos de los 100 Montaditos que son emblemáticos. Como el situado en la plaza que hay al final de la Calle Ancha en Jerez de la Frontera o el de la Plaza España en Palma de Mallorca, que son un punto de reunión y de referencia para los habitantes del lugar.
- Il Caffé di Roma. Esta es una franquicia de origen italiano que ha tenido gran aceptación en nuestro país. Su producto central es el café expreso. Uno de los productos más rentables que hay en hostelería. El coste de producción de una taza de café por goteo es de 24 céntimos y su precio rara vez lo encuentras por debajo de 1,20. Es decir, el margen de beneficio para el empresario es 5 veces superior a lo que le ha costado la materia prima. En nuestro país, que además es un país muy cafetero, este es un producto que se consume casi todo el día.
Como ves, si estás pensando en abrir un negocio de hostelería, las franquicias son una opción interesante.