Consejos para reducir el gasto energético

Sabes que consumimos energía mientras dormimos, ya que la nevera seguirá conectada, al igual que el termo eléctrico para obtener agua caliente para la ducha de primera hora.

Aunque también hay otros aparatos que siempre están enchufados como el rúter y la televisión. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, (IDAE), explica que el 30% de todo el consumo de energía en España se realiza en los hogares.

Además, el 60% de las viviendas de nuestro país fueron construidas sin ninguna norma de eficiencia energética. Si reduces el consumo energético, estarás cuidando el medio ambiente, ya que ese gasto energético de las viviendas supone en todo el mundo el 28% del total de emisiones de CO2 relativas a la emisión de energía.

Eliminar por completo este consumo es imposible, pero podemos conseguir que sea menor y más eficiente. Un estudio presentado el verano pasado, desarrollado por investigadores de la Universidad de Cambridge con la colaboración de Epson, explicaba que es mejor escoger aquellos electrodomésticos que son más eficientes a nivel energético.

El objetivo está en reducir un 25% para 2030, y un 40% en 2050. Si quieres reducir el gasto energético debes poner el frigorífico lejos de fuentes de calor y evitar la escarcha en el fondo.

Al estar conectado las 24 horas, puede llegar a suponer más del 30% del gasto eléctrico. No te quedes mirando dentro de la nevera mientras piensas qué te apetece tomar.

Si abres el frigorífico, éste necesita recuperar su temperatura, y estás desperdiciando hasta un 7% de la energía acumulada. Las temperaturas más bajas consumen mas energía, aproximadamente un 5% por cada grado, por eso es importante mantener la temperatura del congelador a – 18ºC y la de la nevera a 5ºC.

Opta por las bombillas de bajo consumo o las LED, porque puedes ahorrar un 80% del consumo. Apaga las luces de tu casa que no son necesarias o siempre que salgas de una habitación.

Para acordarte de apagarlas puedes instalar sensores de movimiento, que enciendan las luces cuando lo capten y luego se apaguen. La luz representa el 20% del gasto en energía de la mayoría de los hogares.

Te aconsejamos lavar las prendas con agua fría, porque puedes reducir el consumo hasta un 90%. Aprovecha las buenas temperaturas para secar la ropa en el tendedero y evita la secadora.

La lavadora y secadora representan el 11% del gasto energético total del hogar. Tienes que tener en cuenta que una familia de cuatro miembros lava alrededor de unos 40 kilos de ropa semanales, esto supone un consumo de 90 litros de agua y 4.000 kilovatios semanales.

Debes usar programas ECO y programar la temperatura por debajo de 40ºC. Cada vez que lavamos la ropa estamos lanzando a los ecosistemas marinos microplásticos.

El estudio de Electrolux ‘The Truth about Laundry’, informa que el 94% de los europeos no sabe cuánto plástico contiene su ropa. Puedes reducir esas emisiones si compras un filtro para microplásticos, pones la lavadora llena y a temperaturas por debajo de los 40 grados.

Los datos más recientes del INE apuntan que los españoles gastamos 133 litros de agua por habitante y día, aunque hay variaciones entre comunidades autónomas.

Es importante racionalizar el consumo de agua. Te aconsejamos que cierres el grifo mientras te lavas los dientes o durante el afeitado. Los expertos explican que las fugas en los grifos o en la cisterna se pueden llegar a perder 100 litros de agua al mes. También puedes instalar reductores de caudal.

El diario ABC informa que «estos sistemas ayudan a reducir el agua que sale mediante filtros. La OCU cifra entre un 18% y un 47% el ahorro de consumo como media, aunque puede llegar al 79% en determinados casos. Otras alternativas son difusores en la alcachofa de la ducha o aireadores de agua en los grifos».

Las obras de rehabilitación también son perfectas para reducir el gasto energético del edificio en que vivimos. Los profesionales de
Geneo, expertos en construcción y rehabilitación de edificios, explican que la rehabilitación supone un ahorro en la factura de la luz.

Además, aumenta la eficiencia energética con la instalación térmica, la luz natural y el aislamiento. Debes saber que una vivienda de más de 50 años puede aumentar su valor un 25% con la rehabilitación.

Es más sostenible que la nueva construcción, por lo que es la mejor opción para combatir el cambio climático. Se conserva el valor histórico del edificio y consigue que no pierda su esencia.

Incluso, mejora los accesos a los edificios con la integración de ascensores y rampas. La personas con movilidad reducida podrán ser más autónomos y moverse libremente.

¡Si quieres reducir el consumo energético debes tener en cuenta estas recomendaciones!

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