Si te digo que el ladrillo, ese material inevitable en toda construcción que se precie, es cerámica, lo más posible es que se te ponga cara de incredulidad. Sin embargo, se trata de una pieza de cerámica como tantas otras. Los diferentes tipos de material cerámico que podemos encontrar en el mercado, o en una misma vivienda, son tan variados y diverso que difícilmente podemos pensar que se trata de una misma cosa. De hecho no son lo mismo, puesto que el tratamiento que reciben según su finalidad, es diferente y se le procura el más adecuado en función de su aplicación.
Lo que sí tienen en común todos y cada uno de esos materiales cerámicos que podemos encontrar, son su origen: se obtienen a partir de arcilla cocida. Son muy apreciados por su resistencia por su capacidad altamente moldeable y de gran plasticidad. Existen dos clases esenciales de material cerámico, los compactos y los vitrificados. Dentro de los diferentes materiales cerámicos como pueden ser la porcelana, el gres, el semi gres y la loza porosa, existe una diferencia que los distingue, la temperatura a la que se hierve la arcilla con la que se fabrican. Los diferentes tipos de cerámica se dividen a su vez en plásticas y no plásticas. Las primeras, contienen mucha agua en su elaboración, en tanto que las segunda, se elaboran en seco.
En el sector de la construcción, se utilizan unos materiales en concreto de los cuales vamos a hablar a continuación. Pero no podemos olvidar otras finalidades de la cerámica como los objetos decorativos, platos y menaje de diverso tipo, muñecas… La cerámica utilizada en la construcción da como resultado diferentes productos, en función de los agregados que se le añada y el tratamiento a que se sometan y a razón de la finalidad del material en cuestión.
Diferentes tipos, diferentes acabados
La diferencia elemental entre los diferentes tipos de cerámica existentes, reside en el aspecto, es decir el acabado final y su resistencia. Estos aspectos, determinan el uso de cada uno de los tipos de cerámica. Por sus características particulares, cada tipo de cerámica industrial puede ser utilizado tanto para pavimentos interiores y exteriores como para cubiertas o revestimientos.
Dentro del apasionante mundo de la cerámica, los expertos en la materiales de construcción como Lopsa, clasifican los materiales cerámicos en cuatro tipos básicos:
- Porosos como los ladrillo, tejas y similares.
- Semicompactos que no absorben la humedad, como los azulejos vidriados.
- Compactos, totalmente impermeables como la loza, la porcelana o el gres.
- Tenaces como el ladrillo refractario, caracterizado por ser capaz de soportar elevadas temperaturas y se utiliza para interiores de hogares, parrillas, etc.
Para conocer un poco más al detalle los usos de cada tipo de cerámica, vamos a empezar por uno de los materiales más comunes y utilizados: el ladrillo. Este material de construcción por excelencia, se utiliza para levantar paredes, tabiques y muros. Así como para el revestimiento de cisternas, pozos y otra gran infinidad de obras y construcciones. Se trata de uno de los materiales cerámicos más antiguos y utilizados en las construcciones. Su color rojizo es su seña de identidad y se debe a la proporción de óxido de hierro que hay presente en la arcilla seleccionada para su fabricación, la temperatura de cocción y la calidad de la tierra utilizada.
Dentro de los ladrillos, podemos distinguir a su vez, otros tipos como el ladrillo macizo, muy fabricado en Bélgica y Suiza, ideal para paramentos o muros de carga. Ladrillos de paramentos especiales, a base de mezclas concretas, muy utilizados en construcciones de ladrillo visto. Ladrillo perforado, con mejores propiedades como aislante térmico y acústico de todos. Por último, el ladrillo hueco, para muros que no deben soportar mucha carga.
En una línea similar, encontramos las tejas. Utilizadas en techos, armaduras y cubiertas de edificios, se trata de arcilla en láminas delgadas, amasadas y prensadas, impermeables y resistentes. También se fabrican tejas con una finalidad únicamente ornamental.
Un poco menos usado pero igualmente conocido, encontramos el adobe. Estos bloques de barro, son empleados en la construcción desde tiempos inmemoriales. Se utilizan para obras sencillas y menores, debido a que su resistencia es claramente inferior a la del ladrillo. Aunque no deja de poseer cierto encanto arcaico.
Podemos decir que hasta aquí, los materiales cerámicos más utilizados en la construcción propiamente dicha. Forman parte de las paredes, los muros y tejados de cualquier edificio, según las características y el diseño de la construcción. Pero, como ya adelantábamos, la cerámica es mucho más y existen más opciones y tipos, los cuales, seguramente os resulten más familiares como cerámica que los citados. Porque a decir verdad, eso de que el ladrillo sea un material cerámico, no es algo que tengamos muy arraigado. El ladrillo, es ladrillo.
Materiales cerámicos para revestimiento
En lo que respecta a la cerámica, es más posible que nos suene hablar de azulejos o suelo porcelánico. Estos tipos de cerámica son los que se utilizan como revestimientos y están presentes, al igual que el ladrillo y la teja, en toda construcción que se precie, en mayor o menor medida. Pueden usarse en paredes y suelos y en función del acabado necesario, el aspecto que se quiera proporcionar a la estancia y el tránsito que vaya a haber en el lugar, se elegirá un material u otro.
Podríamos decir sin miedo a equivocarnos que los azulejos, son sin duda, el revestimiento cerámico más conocido. Cuentan con un acabado vitrificado que los hace resistentes al agua y extremadamente fáciles de limpiar. Los antiguos azulejos de vidrio en colores clásicos, se ha visto reemplazado por los modernos azulejos de cerámica que se presentan en una gran variedad de colores y posibilidad de combinaciones. Su uso más habitual se da en baños y cocinas. Como cerámica vidriada decorativa, se han utilizado desde hace mucho tiempo y continúan siendo usados para embellecer fuentes, edificios, jardines… los artesanos portugueses y andaluces tienen una peculiar excelencia en el labrado y pintura tradicional de este tipo de cerámica.
De la pared nos vamos al suelo y nos encontramos con la cerámica rustica. Esta se encuentra en baldosones o baldosas con diversas formas y tamaños, se caracterizan por que poseen un acabado natural que, a la vista y el tacto recuerda a la terracota. Su belleza rustica es poco resistente a las manchas y el desgaste, a pesar de realizarse en ellas un tratamiento impermeabilizante. Aun así, ofrece ese aspecto natural y fresco al ambiente, sobre todo en viviendas de interior. Además podemos señalar que se trata de piezas pulimentadas, finas y duras que todos conocemos. Se utilizan sobre todo como pavimento para aceras, patios y azoteas, así como recubrimiento de techos entre otras aplicaciones. Su proceso de fabricación es similar al del ladrillo, si bien se fabrican con arcillas más delicadas y de mayor pureza. Pueden encontrarse en diversas formas: cuadradas, rectangulares o hexagonales y es uno de los materiales cerámicos más utilizados. Entre las baldosas, podemos encontrar baldosas hidráulicas, para exterior y las citadas rusticas o de terrazo.
Otro de los tipos de cerámica más conocidos y utilizados es el gres esmaltado o porcelánico. Se trata del revestimiento cerámico más resistente por excelencia, así como el más común. Su utilización es tan apta para exterior como para interior y tanto para suelos como para paredes. Pueden encontrarse en infinidad de colores y entre sus acabados, destaca el mate y el semimate.
Dentro de los porcelánicos, cabe mencionar el porcelanato que, debido a un tratamiento especial que se le realiza, tiene un cero por ciento de absorción de agua, es resistente a los cambios bruscos de temperatura y tiene una gran durabilidad. Gracias a su proceso de fabricación se le puede dar textura.
Para finalizar, hablaremos del gresite, comúnmente conocido como “venecitas”. Se trata de pequeñas baldosas de vidrio cocido que se fabrican a elevada temperatura y se utilizan por lo general para revestimiento de baños y piscinas. Con objeto de facilitar su aplicación y colocación, se vende en forma de planchas que se fijan a la pared o el suelo del mismo modo que cualquier otro tipo de revestimiento. Es posible encontrarlas en planchas autoadhesivas con fines meramente decorativos.
En definitiva, los tipos de materiales cerámicos que podemos encontrar en el mercado y destinados al sector de la construcción, son tan diversos y variados como adaptables a cada necesidad. Acabados, diseños y colores de toda índole, con la finalidad de satisfacer cualquier necesidad en las construcciones. Así mismo, ofrecen diseño, calidad y durabilidad, ya que se trata de materiales diseñados y desarrollados para soportar el paso del tiempo, las inclemencias de la meteorología cuando se colocan en exteriores y el uso cotidiano.
Como todos sabemos, los azulejos y baldosas no se desgastan y podemos pasar años y años sin que se estropeen y tener que cambiarlos. Aunque cabe señalar que en algunos casos, aun siendo materiales de gran resistencia, se quiebran fácilmente con un golpe o arañazo. De ahí que también, en función de su finalidad y los materiales con que se fabriquen, deban tener un mínimo mantenimiento.