Un vino bien servido

Los decantadores y esa elegancia que aporta el correcto servicio del vino al que estamos acostumbrados, han pasado a la historia. No hay que alarmarse que no se trata de que ya no existan sumilleres o decantadores de lo más clásico o innovador. Al contrario, cada vez es mayor la variedad de este tipo de elementos indispensables para el buen catador y degustador. Así como la presencia del sumiller. Sin embargo, si ha existido una evolución tecnológica en la que muchos no han reparado y, aun estando muy presente en numerosos lugares no se le ha prestado la necesaria atención.

Lo cierto es que resulta fácil olvidarse del servicio cuando este es bueno y no se repara en ninguna falta. Como se trata de lo normal y lo correcto, no le concedemos mucha importancia, como sucede cuando el servicio se realiza mal. En el caso del vino, si además de un buen servicio, nos encontramos con la copa perfecta y un producto de calidad… lo demás no importa demasiado. Razón por la cual no reparamos en los dispensadores de vino. Tampoco lo hacemos con los de cerveza, a decir verdad. Vemos que están ahí, pero no les concedemos mayor tiempo en nuestras mentes.

Por eso hoy, nos hemos atrevido a hablar de este tipo de elemento que cada vez, está presente en el sector. Poco a poco, dejaremos de ver la botella de vino en la bandeja del camarero para servirnos, en su lugar, la copa vendrá ya llena en la medida justa, gracias a un dispensador de vino de última tecnología. Al entrar en Cristafiel, portal dedicado a las copas de vino, su grabado y todo lo relacionado con el mundo vitivinícola, hemos encontrado este tipo de dispensadores que han captado nuestra atención. Como mentes curiosas que somos, hemos querido conocer estos aparatos y compartir la información, así que, si te interesa, sigue leyendo.

¿Dispensador de vino?

Efectivamente, un dispensador de vino. Un dispositivo que ha sido concebido para servir vino de forma precisa y elegante, asegurando que la dosificación sea la correcta y el líquido se conserve por más tiempo. La principal función de estos aparatos, no es otra que la de proteger el vino de la nefasta oxidación y mantenerlo fresco durante el mayor tiempo posible. Como bien sabe todo el mundo, la temida oxidación es uno de los principales enemigos del vino una vez, se abre la botella y el contenido queda expuesto al aire. Este proceso provoca un rápido deterioro del sabor y aromas tan particulares del vino.

Aunque hablemos de los dispensadores de vino como si fueran el último descubrimiento, lo cierto es que no es así. Existen varios tipos de dispensadores adaptados a las necesidades particulares de cada negocio o consumidor. Algunos de ellos, llevan en el mercado muchos, muchos años. Por lo tanto, podemos encontrar dispensadores manuales, simples, sencillos de usar y a precio muy asequible. Estos dispensadores, cuentan con una bomba y un grifo que se adhiere a la botella facilitando el vertido. Adecuado para uso doméstico y pequeñas reuniones.

También es posible encontrar dispensadores automáticos, en este caso, utilizan sistemas más avanzados que permiten controlar la temperatura y el flujo del vino. Algunos incluyen gas argón para crear una barrera protectora evitando la oxidación y alargando su vida tras abrir la botella.

Se trata de aparatos fáciles de manejar en la mayoría de los casos, basta con colocar el tubo del decantador eléctrico en la botella y al presionar el botón, el vino, perfectamente aireado, llega a la copa con un sabor excelente. Cuentan con aeración superior que permite un mayor contacto con el aire y mejora el sabor del vino al airearlo completamente, esto incide en una reducción de la astringencia, liberando los sabores y aromas naturales, haciendo que un vino normal pueda duplicar su valor.

Al utilizar este tipo de aparatos para servir el vino, se obtienen unas excelentes ventajas. La primera de ellas, una conservación prolongada que permite que el vino no pierda sus propiedades organolépticas en más tiempo. Esto es posible, gracias a la aplicación de tecnologías como el uso de gas inerte que evita que el oxígeno ente en contacto directo con el líquido preservando aroma y sabor.

Otra ventaja consiste en la dosificación, más precisa y exacta, sin desperdiciar una gota. Algo esencial en el momento de la degustación pues para apreciar el equilibrio de la copa, la cantidad debe ser muy ajustada. Sobre todo en las catas o maridajes. Por otro lado, proporciona elegancia y comodidad. Son prácticos y añaden un punto de sofisticación a la hora se servir el vino. Algunos modelos, cuentan con diseños y acabados de gran elegancia, lo que hace que se trate de piezas muy atractivas tanto a nivel profesional como doméstico.

La mayoría de los dispensadores de vino más modernos, cuenta con un control de la temperatura que permite asegurar que el servicio se realice a la temperatura adecuada. Este aspecto es fundamental a la hora de apreciar el sabor, pues se ve realzado por la misma. Mantener el vino a la temperatura adecuada influye en la percepción de sus aromas y sabores.

Elegir un dispensador adecuado

Para elegir un buen dispensador de vino, es necesario tener en cuenta una serie de factores como los que vamos a citar a continuación. Existen dispensadores de todo tipo y tamaño, con lo que es fácil encontrar el adecuado.

Lo primero que se debe considerar es la frecuencia de uso. No es lo mismo consumir vino de forma ocasional, donde con uno manual podría ser suficiente, que tener una vinoteca, donde el servicio es frecuente y constante. Por otro lado, hay que tener en cuenta el tipo de vino que se va a consumir. Los blancos y tintos, cuentan con unas necesidades diferentes de conservación y temperatura de servicio. Razón por la cual, algunos dispensadores están diseñados específicamente para cada tipo de vino. Incluyendo los espumosos que cuentan con su propio dispensador especializado para mantener la efervescencia y sus burbujitas particulares.

Además hay que considerar la capacidad del dispensador. No es lo mismo un uso puntual o domestico que el servicio de un restaurante. La capacidad del dispensador debe tenerse en cuenta, puesto que es posible encontrar dispensadores diseñados para servir varias botellas al mismo tiempo, mientras que otros son individuales.

Como inversión rentable puede ser una excelente opción. Aunque el coste de algunos de estos dispensadores puede resultar elevado, su uso puede conllevar un ahorro a la hora de evitar que el vino se desperdicie. Además, puesto que permite que el vino se conserve por más tiempos aun estando abierto, se reduce la necesidad de consumir la botella en un día.

Ofrece una experiencia de cata superior, por lo que para aquellos que disfrutan del vino de forma regular, van a gozar de una mejor experiencia al degustarlo, puesto que mantiene la frescura y temperatura adecuada. Tampoco podemos olvidarnos de que cuentan con un valor estético y funcional que cabe considerar. Puesto que no cumple una mera función práctica puede convertirse en un objeto elegante, tanto en un hogar como en un restaurante, aporta distinción, profesionalidad y elegancia.

Por lo tanto, podemos concluir que un dispensador de vino por copas, es con total seguridad, un accesorio para los amantes del vino y el sector de la hostelería, que permite un disfrute absoluto. Existen diferentes sistemas de dispensadores de vino por copas, unos prologan más tiempo la duración del vino que permanece en la botella, pero todos proporcionan un mayor margen en la duración de sus propiedades. Esto hace posible que no sea necesario privarse del placer de abrir esa botella de vino sin el temor a que el contenido no consumido, se deteriore.

Los más innovadores y eficaces, cuentan con gases neutros como el nitrógeno o el argón que, evitan la oxidación. Aunque cabe señalar que parte del éxito que posee el sistema, reside en su habilidad de evitar la oxidación inicial que se produce al servir cada copa.

Al mismo tiempo, algunos sistemas con los que cuentan los dispensadores, permite sacar el vino de la botella sin la necesidad de que esta sea abierta. Este sistema, por supuesto, es el que más garantiza la duración del vino restante. Contar con este tipo de dispensadores permite probar el vino guardado para ocasiones especiales sin necesidad esperar o abrir varias botellas (esencial en restauración y hostelería) sin que se tenga que beber todo el contenido.

Si a nivel doméstico, las ventajas son destacables, lógicamente, para un profesional de la restauración, este tipo de dispensadores, conlleva muchas más ventajas, puesto que les permite ofrecer mayor variedad de vinos, realizar maridajes, etc. sin que el resto de la botella se eche a perder con el coste que conlleva. O lo que es peor, hacer que los clientes tomen un vino abierto días atrás, práctica bastante habitual y poco deseable.

En resumidas cuentas, si te gusta el vino o te dedicas al sector de la hostelería, no dudes en contemplar las diferentes opciones que ofrecen en la actualidad los dispensadores de vino. Puede ser una excelente inversión ya que permite una mejor experiencia de degustación y una forma de mantener el vino y minimizar su desperdicio.

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