Los trasteros en alquiler, la solución de almacenamiento de nuestros días.

Trasteros en alquiler

En todas las ciudades de España encontramos bajos comerciales o antiguas naves reconvertidas en espacios parcelados donde se alquilan trasteros por meses. No tenemos que desplazarnos a las afueras ni a un polígono industrial. Nos podemos topar con ellas en cualquier calle secundaria del centro de la ciudad o en un barrio. La proliferación de estos espacios obedece a que cubren una necesidad de la población. La de almacenamiento. Te contamos todo lo que necesitas saber sobre los trasteros en alquiler.

En la actualidad, la gente tendemos a vivir en viviendas cada vez más pequeñas. Esto supone que debemos organizar mejor el espacio. No tenemos sitio para guardar todos nuestros enseres en casa, ya que nos dificultarían la movilidad en el hogar. Debemos de recurrir, por tanto, a espacios de almacenamiento externos.

La primera nave donde alquilaban trasteros a particulares la encontré en Barcelona hace 22 años, cuando me trasladé a vivir a la ciudad condal. Mi primera residencia la fijé en Poble Nou, un antiguo polígono industrial que debido al crecimiento de la ciudad se convirtió en un barrio residencial. Cerca de mi casa, había una nave industrial en la que había un cartel gigante que decía: “Se alquilan trasteros” y añadía un número de teléfono. Con el paso del tiempo fui encontrando espacios de alquiler de trasteros repartidos por toda la ciudad, más discretos: antiguos almacenes, tiendas grandes cerradas o viejas sucursales de banco reconvertidas. Algunos se anunciaban en el metro. Todos funcionaban igual: acceso 24 horas, zona video-vigilada, precios económicos.

Hace 5 años decidí irme a vivir con mi pareja. Alquilamos un pequeño apartamento de 30 metros cuadrados en la Barceloneta. Era un barrio que nos gustaba. Aunque el piso era pequeño, estábamos contentos. Sería nuestro nidito de amor. El problema es que tanto ella como yo veníamos de vivir en apartamentos individuales. Todas nuestras pertenencias no cabían en aquel pisito junto al mar. No tuvimos más remedio que alquilar un trastero para guardar muchas de nuestras cosas. Lo hicimos en el otro extremo de la ciudad. En el barrio de las Corts. El trastero era particular y lo gestionaba el portero de la finca. Para poder ir hasta allí tenía que coger el coche o pedirle a un amigo que me prestara la furgoneta.

Mi hermano, que vive en Alicante, fue más listo. Alquiló su trastero a Trasterobox, una empresa alicantina que alquila y gestiona trasteros a solo 15 minutos del centro. Su trastero era más accesible. No tenía que preparar la excursión como hacía yo.

¿Cómo funciona el alquiler de trasteros?

El alquiler de un trastero funciona diferente al alquiler de un local o de una plaza de garaje. Con frecuencia existen empresas que se encargan de gestionarlo y que son propietarios del área de trasteros.

Para empezar no tienes que abonar una fianza. Se alquilan por meses. Eso sí, debes pagar el mes entrante por adelantado. Por lo general, no tienen compromiso de permanencia. Puedes cancelar el alquiler cuando quieras, avisando con 15 días de antelación.

Estos espacios son bastante seguros. La zona de trasteros suele estar controlada por video las 24 horas del día, todos los días del año. Para acceder al área y a tu trastero particular, el propietario te entrega un juego de llaves y un mando a distancia de garaje (si procede). Muchos de estos trasteros funcionan con clave electrónica. La empresa te facilita la contraseña, la cual es individual.

Existen trasteros de distinto tamaño según las necesidades del usuario. Desde un metro cuadrado hasta 15. Suelen ser bastante económicos. Algunas empresas que los gestionan lanzan promociones para que el primer mes te resulte más económico y compruebes su utilidad.

En los trasteros para particulares se suelen guardar muebles, electrodomésticos que no se están usando y hay quien guarda en ellos libros, la bicicleta de montaña, la tienda de campaña que usan cuando van al camping o ropa almacenada en cajas.

¿Qué no se puede guardar en un trastero?

El periódico El Español publicó la curiosa noticia de un señor que alquiló un trastero en La Coruña para vivir en él. Lógicamente, cuando lo descubrieron, la empresa propietaria le invitó amablemente a que devolviera las llaves. Este no es un caso habitual, pero muestra el nivel de desesperación que puede llevar a algunos con tal de encontrar un lugar económico en el que dormir. Situación propiciada por la carestía y escasez de los alquileres. Los trasteros no son aptos para habitarlos. No cumplen los requisitos de habitabilidad. Ni siquiera para dormir una noche.

Dejando a un lado este ejemplo exagerado, lo cierto es que las empresas que gestionan los trasteros suelen incluir en los contratos una lista de productos prohibidos. Los cuales no se permiten guardar en el habitáculo por razones de seguridad o por motivos legales. Estos son los más habituales:

  • Armas de fuego. El código penal prohíbe expresamente que se guarden armas de fuego, municiones y material explosivo en los trasteros.
  • Alimentos. Los trasteros no reúnen las condiciones para guardar en ellos alimentos, ni siquiera enlatados. La descomposición de los mismos puede ocasionar focos de infección, así como la irrupción de plagas.
  • Ropa de piel. Las condiciones de humedad del trastero pueden hacer que la piel se pudra y se cubra de moho, representando un problema de salubridad para toda el área.
  • Materiales peligrosos. En esta categoría se incluyen el gasoil, la gasolina, botes de pintura, aerosoles y cualquier material que pueda ser inflamable.
  • Animales y plantas. Esta prohibición atañe tanto a los animales y plantas vivas como muertas. Los trasteros no reúnen las condiciones para guardarlos en ellos.
  • Objetos de valor. La empresa puede prohibir el almacenamiento en sus instalaciones de objetos de lujo y artículos valiosos como joyas, obras de arte, antigüedades, etc. acogiéndose al principio de que no se hacen responsables de su seguridad, aunque como hemos visto, la zona esté vigilada.
  • Dinero. Bajo el mismo precepto, el propietario del trastero puede alegar que no se responsabiliza del dinero que pueda guardarse en el habitáculo.
  • Artículos robados. Aunque esta partida es difícil de controlar, introducir esta cláusula en el contrato despoja al propietario del trastero de la condición de colaborador o encubridor de posibles delitos contra la propiedad. En virtud de este principio, la empresa o propietario deberá colaborar con la justicia cuando esta se lo reclame.
  • Sustancias estupefacientes y bienes ilegales. En el mismo sentido, el propietario del trastero se desvinculará de cualquier actividad que infrinja la ley, debiendo avisar a las autoridades cuando perciba que se realizan actividades de este tipo en sus instalaciones.

 El problema de la humedad en los trasteros.

Uno de los riesgos que enfrentan los trasteros son los problemas de humedad. Hasta cierto punto es lógico. Son lugares pequeños, cerrados y, a menudo, ubicados en sótanos y zonas de subsuelo.

Para empezar, el habitáculo debe estar ventilado. Para ello lo normal es que el propietario coloque rejillas de ventilación que den al pasillo o al exterior. La otra medida habitual es la de pintar las paredes con pinturas especiales anti-humedad. Son pinturas transpirables que evitan la condensación.

Estas son medidas que debemos comprobar antes de alquilar un trastero para no llevarnos sorpresas desagradables a posteriori. Por ley, el propietario del trastero está obligado a conservarlo en condiciones adecuadas para su uso. Erradicar por completo el problema de la humedad es complicado. Por lo que nosotros podemos reforzar ese tratamiento colocando un deshumidificador en nuestro trastero.

Trastero como almacén comercial.

La web jurídica Euroval afirma que un trastero particular es el único tipo de almacén que no necesita licencia de actividad ni comunicación previa a las autoridades para su uso.

En el caso de empresas que alquilan trasteros, sus clientes tampoco están obligados a informar que productos van a guardar en ellos. Eso sí, la empresa propietaria está obligada a cumplir las exigencias legales sobre protección contra incendios y seguridad e higiene en el trabajo.

Personalmente, conozco profesionales autónomos y comerciantes minoristas que utilizan trasteros alquilados como apoyo logístico para sus negocios. Una actividad que es completamente lícita siempre que no se incumplan las prohibiciones que hemos visto antes.

En este sentido, algunos profesionales como electricistas y fontaneros utilizan trasteros alquilados para guardar herramientas, piezas de ferretería (tornillos, arandelas, cables) y alguna maquinaria en trasteros que han alquilado.

Los trasteros en estos casos pueden ser una opción de almacenaje económica. En el trabajo por cuenta propia uno de los aspectos importantes para asegurar la viabilidad es el control de gastos.

Para convertir un trastero en un centro logístico, uno de los aspectos a cuidar es la organización del espacio. Para ello es conveniente colocar repisas desmontables y cajas donde tener guardo y ordenado el material.

El trastero, en este caso, no puede ser un lugar habitual de uso. Allí guardamos lo que menos utilizamos y acudimos a él eventualmente. El trasiego continuo puede molestar al resto de clientes y sentir que pone en riesgo la seguridad de sus pertenencias.

 

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