El CBD cuida tu piel.

El CBD no deja de sorprendernos. Cada día se descubren nuevas aplicaciones y beneficios de este principio natural. Actualmente, algunas marcas de productos cosméticos lo usan como ingrediente de cremas para el cuidado de la piel. Señalan que su uso continuado produce una hidratación profunda.

El CBD es uno de los principios presentes en los cannabinoides. La controvertida marihuana. Mezclado con el THC, el elemento psicoactivo que altera nuestro estado de consciencia. Mientras el THC nos provoca una sensación de irrealidad, el CBD relaja el sistema nervioso central y tiene un efecto antiinflamatorio.

Desde los años 70 se está investigando en el uso medicinal de la marihuana. Se comenzó utilizando como un complemento que ayudaba a los enfermos a sobrellevar mejor el dolor. Algunas escuelas llegaron a incorporarlo en terapias alternativas contra el cáncer.

Lo cierto es que por el objeto de estudio, las investigaciones sobre los beneficios para la salud de los cannabinoides van más lentas de lo que humanidad necesitaría. Aun así se han dado avances significativos. Como la posibilidad de separar el CBD, la parte medicinal del cannabis, por llamarla de alguna manera, del elemento químico que interfiere en el funcionamiento del cerebro y en nuestra percepción de la realidad.

Esta separación ha posibilitado que el CBD aparezca en multitud de productos de farmacia y parafarmacia, dirigidos, por ejemplo, a tratar los síntomas de la epilepsia, a aliviar el dolor en la arteriosclerosis múltiple o a relajar la mente frente a los ataques de ansiedad.

Recientemente se han descubierto los beneficios del CBD para la piel. Algunos de ellos ya se conocían, como su efecto antiinflamatorio.  Sin embargo, como desarrollaremos más adelante, se está comprobando que la asimilación continuada de CBD por vía tópica, mejora la uniformidad y luminosidad de la piel.

¿Qué es el CBD?

La página web de información para la salud Medline Plus indica que el CBD es una sustancia química presente en la savia del cannabis. En el cannabis se han descubierto más de 80 sustancias químicas distintas. La más conocida de ellas es el THC, la que genera efectos psicotrópicos.

El THC tiene una mayor presencia en las hojas y los brotes de las plantas femeninas, es lo que se conoce como los cogollos. La concentración de THC, como la de CBD no es igual en toda la planta.

El CBD se está obteniendo principalmente de los tallos y hojas del cáñamo industrial. Una variedad de cáñamo donde la concentración de THC es bastante baja, y donde, por el contrario, el CBD abunda.

En los laboratorios químicos se ha conseguido separar el CBD del THC. Lo que permite aprovechar mejor sus propiedades.

Las leyes que se están aprobando por todo el mundo que legalizan la plantación y venta de cáñamo están favoreciendo las investigaciones científicas sobre el CBD.

En Estados Unidos, una forma específica de CBD está aprobada como medicamento frente a las convulsiones. Se receta para tratar enfermedades como la epilepsia y el párkinson. Al estar declarada como medicina, en ese país el CBD no se puede incluir en alimentos y suplementos dietéticos. Por lo que su uso más allá de los medicamentos recetados solo se puede extender a la industria cosmética. Donde el CBD ha creado expectación.

Esto no sucede así en Europa. Donde la legislación en este aspecto es más permisiva. Aquí nos la podemos encontrar en aceites concentrados o en cápsulas que, por ejemplo, combaten el insomnio o que ayudan a relajarse. Siempre como un producto de para-farmacia.

La eficacia del CBD está basada en la evidencia científica. Al ser objeto de una investigación más o menos reciente, la información que tenemos sobre él es aún limitada. Eso no quiere decir que no sea concluyente, sino que aún queda mucho por descubrir del potencial de esta sustancia.

Beneficios para la piel.

Los distribuidores de Naturamma, un comercializador de aceites y cremas de CBD, que hacen envíos a toda España, subrayan que el consumo habitual de este producto por vía cutánea produce una hidratación profunda de las capas de la piel, que hace que se vea más radiante, luminosa y uniforme.

El CBD es antiinflamatorio y analgésico. Esto significa que en personas con irritaciones cutáneas o con acné, provoca una sensación de alivio inmediata. La rojez derivada de estas irritaciones se rebaja y la inflamación producida por granos o erupciones cutáneas se alivia y desaparece.

Las cremas y los aceites con base de CBD están especialmente indicados para personas  que sufren dermatitis, rosácea o alergias. Hasta el momento no se han descubierto efectos secundarios negativos del consumo de CBD por vía tópica. Por lo que no nos va a provocar daños en la piel.

El CBD produce también una hidratación instantánea de la dermis. La textura oleaginosa de esta sustancia va liberando agua poco a poco que va penetrando por los poros  de la piel y llegando a capas más profundas. Algo que las células agradecen.

Un uso continuado de estas cremas y aceites mejora significativamente la textura de la piel. Hacen que esté continuamente hidratada, lo  que aumenta su elasticidad, su tersura y su suavidad.

El CBD contribuye a atenuar los signos propios de la edad. Esas arrugas de expresión que se van volviendo más profundas a medida que envejecemos. Con el CBD conseguimos una piel uniforme y libre de manchas.

El inconveniente que tiene esta sustancia es que no produce efectos inmediatos. Los beneficios del CBD a largo plazo se aprecian con el tiempo, y basándonos en la constancia del tratamiento.

Otros beneficios del CBD.

La revista norteamericana NIH destaca que el CBD ha despertado la curiosidad en la comunidad científica. Esta sustancia está siendo objeto de múltiples estudios. Por lo que a día de hoy podemos afirmar que reporta beneficios para nuestra salud. Estos son algunos de los más destacados:

  1. Alivia el dolor. El CBD actúa como inhibidor de las señales nerviosas que envía el cerebro a los nervios periféricos. Lo que permite aliviar el dolor crónico no inflamatorio, sin provocar efectos secundarios negativos.
  2. Combate el estrés y la ansiedad. Ciertos estudios han probado que esta sustancia reduce los niveles de estrés y de excitación nerviosa, ya que interfiere en las descargas químicas que provocan los estados de ansiedad. Potenciando la sensación de relajación mental.
  3. Combate el insomnio. Precisamente, por esa sensación relajante, a la persona le es más fácil conciliar el sueño y conseguir un sueño reparador.
  4. Protector cardiovascular. El viaje del CBD dentro del torrente sanguíneo facilita la dilatación de venas y arterias. Lo cual ayuda a que circule mejor la sangre, contrarrestando los efectos del colesterol malo, el L.D.L. Al mismo tiempo, la relajación mental y muscular actúa como antídoto frente a la hipertensión.
  5. Mejora la capacidad cognitiva. El CBD actúa como un regulador de la excitación nerviosa. Frena determinados impulsos que lanza el cerebro al resto del cuerpo y regula la actuación de las neuronas que provocan excitación. Esto potencia determinadas funciones como la concentración y la coordinación.

Hacia una cosmética natural.

El empleo del CBD dentro de la industria cosmética se introduce dentro de una tendencia que se está haciendo fuerte dentro de este sector, basada en el empleo de ingredientes de origen natural, en detrimento de otros sintéticos.

Lo podemos ver en el uso, por ejemplo, del aloe vera. La sabia de una planta de la familia de los cactus, que por su gran cantidad de agua y de sales minerales se ha comprobado que posee propiedades regenerativas. Hoy el aloe vera nos lo encontramos en cremas hidratantes, en champús y en mascarillas. Su presencia es sinónimo de cuidado para el cuerpo.

El té verde es otro ingrediente que ahora encontramos en multitud de productos cosméticos. De ser una planta que usábamos solo para tomarla en infusión, hoy es un ingrediente presente en cremas anti-edad. El té verde es rico en antioxidantes que actúan como barrera contra los radicales libres y protege la piel de las  quemaduras y los daños provocados por los rayos solares.

La camomila es un remedio cosmético ancestral que está cada vez más presente en la cosmética industrial. Esta planta, familia de las margaritas, la han utilizado mujeres de todo el mundo, desde tiempo inmemorial, como un truco para aclarar el color del pelo. Las mujeres con el cabello castaño claro, al lavarse el pelo con camomila, parecían rubias. Frente a otros tintes, que podían dañar la raíz del cabello, la camomila hacía que creciera más vigoroso. Hoy sabemos que la camomila hidrata la piel. Que es un producto calmante y antiinflamatorio, y que es ideal para pieles sensibles.

Dentro de un sector importante de la población ha arraigado la preocupación por cuidarse utilizando productos y técnicas naturales. Puede que huyendo de los efectos de esa cosmética rápida, de efectos inmediatos, que terminaba dañando la piel con el tiempo.

Sabemos que la cosmética natural es más lenta y requiere constancia y dedicación. Pero también sabemos que detrás de todo eso estamos cuidando nuestro cuerpo, y eso es algo que la piel agradecerá.

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